Trabajadores de VW logran aumento de 5.5% aún en medio de crisis de semiconductores

Contra viento y marea, los trabajadores de Volkswagen negociaron con la empresa un nuevo aumento salarial a pesar que la situación de la empresa en lo que va del año no ha sido la ideal.

La empresa con sede en Alemania informó que se había llegado a un acuerdo con el Sindicato Independiente de la Industria Automotriz Volkswagen para aumentar los salarios de los trabajadores de sus plantas en Puebla y Silao en 5.5% y en 1% las aportaciones patronales a su fondo de ahorro, mismo que entrará en vigor de manera inmediata.

Año con año, los trabajadores de la automotriz realizan una revisión salarial en las que negocian el monto del incremento. Sin embargo,en este año así como el anterior, las negociaciones no se han dado en condiciones normales. En 2020 fue el desplome económico, en 2021, se da en plena recuperación pero también en una crisis mundial de la industria automotor.

La empresa dijo en un comunicado que el acuerdo se dio “en un entorno de desafíos, donde la industria automotriz lucha por mantener en marcha su recuperación tras más de un año de pandemia por coronavirus, y ante la situación de desabasto de microprocesadores que impacta a su cadena de valor”.

Desde principios del 2021, la escasez de semiconductores -utilizados para la fabricación de chips de los componentes electrónicos de los autos- comenzó a afectar a los fabricantes de automóviles, provocando paros en febrero, marzo y abril.

El desabasto se dio como producto de un desbalance entre la oferta y la demanda, pues en 2020, el confinamiento causó un repunte en el consumo de computadoras, tablets y otros gadgets, que acapararon la producción de estos componentes.

La demanda continua, pero ahora se suma a ella la de las automotrices. No obstante, su compleja fabricación implica que para aumentar la producción de las fábricas se necesita de inversiones mil millonarias en periodos de hasta cinco años.

Para Volkswagen la escasez de semiconductores se tradujo en más de cinco paros en lo que va del 2021. El más grave de ellos fue el de junio, que abarcó prácticamente todo el mes.

La situación de la empresa, aún ya sin las restricciones sanitarias, sigue siendo grave. Su producción total para el primer semestre del año sigue siendo -38.76% menor a la de 2019, mientras sus ventas internas registraron una baja de -25.72 % y la externas de -44.47%.

Inflación también fue un reto

No solo la crisis de los semiconductores dificultaron las condiciones en que se llevaron a cabo las negociaciones, también la inflación jugó un papel importante.

Originalmente la exigencia de los trabajadores fue por un aumento salarial del 16%, tres veces más que el monto final acordado. Sin embargo, el incremento fue concordante con los altos niveles de inflación de entre 5 a 6% que ha vivido el país los últimos meses.

El incremento de precios ha puesto en riesgo el poder adquisitivo de los trabajadores. Hasta junio de 2021, la inflación se había comido los incrementos salariales, pues según la revisión de salarios contractuales de la Secretaría del Trabajo, el salario real ex post, es decir menos la inflación, era de -0.9%. Apenas en julio se recuperó a un ligero 0.6%.

Los precios de producción de la empresa también sufren presiones inflacionarias desde el costo de las materias primas, principalmente del acero, que ha cuadriplicado su precio desde el inicio de la pandemia.

El mes pasado, el Índice Nacional de Precios al Productor (INPP) registró un incremento mensual de 0.52% para la fabricación de automóviles, lo que lo colocó dentro del top 10 de productos que más presionaron al INPP en julio.

Por ello, Kai Linnenkhol, vicepresidente de Recursos Humanos de la empresa felicitó a los integrantes de las negociaciones por haber logrado un acuerdo que permitiera proteger el poder adquisitivo de los trabajadores y la viabilidad financiera de la empresa aún en las duras condiciones por las que atraviesa la industria.

Volkswagen de México actualmente concentra el 10% de todos los trabajadores de la industria automotriz mexicana, con 665 mil empleados repartidos en sus dos plantas del país.