Probamos los Sony WF-C500: los nuevos true wireless son bellos y ligeros, pero sin cancelación de ruido su precio tendría que mejorar
True Wireless por todos lados: los audífonos independientes uno de otro llevan tiempo abundando y afortunadamente cada vez tienen menos […]
True Wireless por todos lados: los audífonos independientes uno de otro llevan tiempo abundando y afortunadamente cada vez tienen menos que envidiar a audífonos de diadema. Los hay ya de todos los tipos y con todas las tecnologías, así que no es sorpresivo que Sony ahora se adentre nuevamente en el segmento, con una apuesta algo distinto a lo que estamos acostumbrados: audífonos true wireless, sí, pero sin cancelación de ruido.
Por espacio de una semana hemos probado los Sony WF-C500 y tenemos muchos comentarios sobre ellos.
Características técnicas
SONY WF-C500 |
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DIMENSIONES Y PESO |
Auriculares: 5.6 gramos aprox. Estuche: 8 x 3.5 x 3 cm, 35 gramos |
SONIDO |
Diafragma de 5.8 mm Rango de frecuencia: 20 KHz – 20,000 KHz Códecs: SBC, AAC Tecnología DSEE Compatibles con 360 Audio Reality |
CONECTIVIDAD |
Bluetooth 5.0 Compatibles con iOS y Android App Headphones Connect para ecualización |
BATERÍA Y AUTONOMÍA |
Hasta 20 horas de autonomía Hasta 10 horas de reproducción de música continua con una carga, más carga extra en el estuche Carga por USB Type-C, aprox. 2.5 horas Carga rápida: hasta 1 hora de autonomía con solo 10 minutos de carga |
OTROS |
Certificación IPX4 de resistencia a salpicaduras y sudor Control de volumen y multimedia con botones exteriores Micrófonos para llamadas en modo manos libres Compatibles con comandos de voz de Google Assistant y Alexa |
PRECIO |
2,899 pesos |
Diseño y Sonido
Los Sony WF-C500 tienen un precio de 2,899 pesos y eso será clave para entender sus prestaciones y sacrificios que ha hecho Sony para mantener a los audífonos en un precio «ajustado». Para empezar, los WF-C500 no son despampanantes a la vista. De no ser por el logo de Sony que es muy visible, bien podrían ser audífonos true wireless de cualquier otro fabricante.
Siendo francos, tampoco es que haya mucho juego que hacer con el diseño true wireless, pero claro que hemos visto propuestas de diseño que si bien no han terminado de funcionar, al menos son distinguibles.
La postura de Sony con los WF-C500 es bastante más conservadora, y los esfuerzos claramente se han centrado en que los audífonos sean ligeros: como resultado tenemos un peso de 5.4 gramos en cada auricular y 35 gramos para el estuche, lo que se traduce en que los audífonos pueden usarse por largas jornadas sin que sean incómodos después de un rato de usarse, y eso es algo que agradecerá la gente que como yo, padece de dolores en los oídos tras mucho tiempo de usar audífonos in-ear.
El estuche será delgado, pero es bastante alargado, de tal manera que es imposible confundirlo con algún otro objeto del bolsillo. La tapa es el primer elemento que devela que no estamos ante un dispositivo premium, pues se trata de un plástico opaco que si bien parece ser lo suficientemente sólido, temo por su estabilidad tras una o dos caídas y, sobre todo, por su resistencia a rayones provocados por otros objetos en el bolsillo del pantalón.
Debido al tamaño pero también a su bisagra, la tapa es prácticamente imposible de abrir con una sola mano, de manera que siempre requeriremos ambas para abrir, mas no para cerrar. La sujeción magnética de los audífonos es bastante fuerte como para que sea necesario tener maña al momento de retirar los audífonos: hacerlo con índice y pulgar jalando hacia arriba puede es lo más natural pero en ocasiones puede ser difícil, más vale retirar los audífonos tirando hacia nosotros, lo que facilita enormemente el retiro. Más vale maña.
Al cerrar la carcasa una luz naranja en cada auricular nos mostrará que están recibiendo carga. Dado que la carcasa es de plástico opaco la luz es fácilmente distinguible cuando el estuche está cerrado. Al retirar los auriculares del estuche por primera vez hará que entren en modo de emparejamiento automáticamente, lo que se indicará con una luz que tintinea rápidamente en cada auricular; una vez emparejados, la luz pasa a tintinear cada varios segundos.
Saber de diseño de audífonos es grato, pero nada de lo anterior suele ser determinante para elegir por un modelo sobre otros. Es relevante, sí, pero ni los audífonos más cómodos y con el mejor estuche valen la pena cuando el audio es malo. Para sorpresa de nadie, este no es el caso. Los WF-C500 están lejos de ser clasificar en la categoría premium de dispositivos de Sony, pero no recuerdo en años estar ante una calidad de sonido mediocre cuando se trata de audífonos Sony, sin importar la gama.
Los WF-C500 entregan medios con mucho cuerpo y agudos definidos, aunque he echado de menos graves con más volumen. En la práctica, un diafragma más grande se traduce en sonidos más potentes, así que diafragmas más pequeños normalmente tienen como resultado menor profundidad en bajos. Los WF-C500 no brillan por ser despampanantes en las frecuencias bajas, uno de los que creo es de los sacrificios más grandes que ha hecho Sony por conservarlos con un precio relativamente disminuido, al menos en su escala.
El resultado es un audio muy equilibrado, con nulas distorsiones en graves, pero sin potencia en frecuencias bajas. En números los WF-C500 tienen diafragmas más pequeños que los de la competencia, pues miden 5.8 milímetros, menos que los de los FreeBuds 4 cuya medida es de 14.1 milímetros y menos también que los diafragmas de los Palm Buds Pro que miden 10 milímetros.
El tamaño del diafragma no es una promesa de venta en los WF-C500. El reality audio 360 sí. Se trata de la tecnología propia de Sony compatible con pistas que reproducen sus sonidos en pistas virtuales, para dar la sensación de que no estamos ante un simple track estéreo. Claro que para acceder a esas pistas hay que tener una suscripción específica en alguno de los servicios compatibles, como Tidal o Deezer, pero el agregado a cualquier dispositivo compatible es espectacular, cuanto más si se trata de audífonos.
Con Sony pudiendo fácilmente presumir de ese tipo de compatibilidad con tecnologías, no me queda claro por qué ha dejado fuera de compatibilidad LDAC, el códec estrella si de calidad de se trata. Desafortunadamente los WF-C500 solo son compatibles con SBC y AAC, aunque al menos tenemos el algoritmo de mejoramiento de sonido digital, DSEE, que por sí mismo da muy buenos resultados.
Sin cancelación de ruido
Hasta ahora hay pérdidas importantes como LDAC, un diafragma más grande y mejores materiales de construcción en estuche, pero la pérdida que realmente lamento en un audífonos que tienen precio oficial de casi 3,000 pesos es la cancelación activa de audio. Los WF-C500 carecen de cancelación de ruido y cualquier otra característica asociada, como por ejemplo la de usar sus micrófonos para virtualizar el ruido ambiente, especialmente útil si uno va con los audífonos por la calle. Los WF-C500 de hecho sí tienen micrófono, pero su uso se limita a llamadas en manos libres y para ser compatible con comandos de voz de Google Assistant y Alexa, algo que se agradece, pero cuya funcionalidad, aceptémoslo, siempre es aprovechada por una minoría.
En realidad la cancelación pasiva de audio, aquella que se logra gracias al diseño de los audífonos, es bastante buena en los WF-C500, pero siempre es mejor combinar cancelación pasiva y activa para lograr una sensación total de aislamiento. Nuevamente es claro que Sony prescindió de la cancelación activa para acotar el precio, pero el sacrificio hace que los audífonos pierdan encanto en la relación precio-prestaciones, sobre todo en un terreno en donde se desenvuelven con presteza los Galaxy Buds 2 con precio de 2,999 pesos, los Echo Buds de Amazon que cuestan 2,899 pesos y desde luego los FreeBuds 4 que cuestan 2,999 pesos, todos ellos con cancelación activa de audio.
Una app más afinada
La app que funciona con los audífonos de Sony, ‘Headphones Connect’, ha recibido un lavado de cara desde la última vez que la probé y aunque me parece que todavía tiene camino que recorrer para ser totalmente inmejorable, vaya que le ha beneficiado. La interfaz es más clara y es más intuitiva, así que uno no necesita navegar por infinidad de pestañas para encontrar una funcionalidad. La app tiene pestañas dedicadas a actividad (que sirve para monitorear el uso de los audífonos), información con actualización de la versión de la app, y en la pestaña inicial se despliega la reproducción y la batería de cada auricular.
La pestaña más útil es la de «Sonido», donde se tiene acceso rápido a un ecualizador que tiene ajustes predeterminados pero que también puede configurarse manualmente con cinco bandas y una extra dedicada a extra bajos. Considerando el tema de diafragma, definitivamente uno quiere realizar algunos ajustes aquí. También es importante que en esta pestaña está el habitual análisis de la forma de oreja que se recomienda tomar para comenzar a usar el 360 reality audio. El análisis de forma de oreja desplegará una serie de pasos para que el usuario tome fotos a sus oídos y se proceda al análisis de las fotos.
Algunas funciones que he echado de menos en la app es la de configurar la acción que funciona con cierto número de pulsaciones en los audífonos. Tendremos que ajustarnos a la configuración predeterminada que funciona de la siguiente manera:
Auricular izquierdo:
- Pulsación una vez para aumentar volumen, recibir llamada o finalizarla
- Pulsación larga para bajar volumen o rechazar llamada
Auricular derecho:
- Pulsación una vez para reproducir o pausa, o bien para recibir llamada o finalizarla
- Pulsación dos veces para siguiente canción
- Pulsación tres veces para canción anterior
- Pulsación larga para iniciar función de asistente de voz, cancelar la función de asistente de voz o rechazar una llamada
Desafortunadamente la app tampoco tiene un menú dedicado a ajustes adaptativos de sonido según el lugar en que está el usuario, aunque ello se debe a que os audífonos no cuentan con la característica. Desde luego tampoco veremos un menú para configurar los niveles de cancelación de ruido.
Finalmente en cuanto a batería los WF-C500 son capaces para 10 horas de reproducción de música continua con una carga, lo que es un buen número, aunque no espectacular para no contar con cancelación de ruido, la característica que suele drenar las cargas. Desde luego que la autonomía variará siempre en función del volumen que uno suela utilizar, pero para carga adicional está el estuche que proveerá de 10 horas extra de reproducción para llegar a un total de 20 horas de autonomía.
La carga se realiza a través de un USB tipo C y toma en total menos de dos horas y media.
La opinión de Xataka México
Los WF-C500 no son unos malos audífonos. Tienen la insignia de Sony y eso significa tecnologías irremplazables como el 360 reality audio. A su favor juega la ligereza y la sencillez de usarlos, pero en su contra está la cantidad de funciones a las que Sony ha renunciado con tal de alinearse en una gama de precios donde la competencia es feroz y sus rivales ya equipan funciones que los WF-C500 no, comenzando desde luego por la cancelación de ruido, pero que sigue a muchas más como lo hemos visto.
Los WF-C500 tienen sentido para el nicho de entusiastas de Sony, para los enamorados del reality audio 360 (y que por lo tanto tienen una suscripción a un servicio específico), pero no tanto para el mercado masivo, donde abundan mejores relaciones precio-prestaciones. Incluso Sony tiene una competencia superior en casa con los WF-SP800N (aunque con look deportivo) o los Sony WF-1000XM3 que a dos años de ser lanzados ya se ubican en el mismo rango de precios y sí, ambos con cancelación de ruido integrada.
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La noticia
Probamos los Sony WF-C500: los nuevos true wireless son bellos y ligeros, pero sin cancelación de ruido su precio tendría que mejorar
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Oscar Steve
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