Ahuyenta CTM inversión

Los líderes del sector empresarial sonorense cuestionan la supuesta estabilidad laboral que se dice oficialmente impera en la entidad, y cuestionan la falta de mano dura del gobernador Alfonso Durazo.

Por varios días la reconocida empresa Martinrea estuvo bloqueada por la CTM que lidera en Sonora, Javier Villarreal Gámez, y tal freno le pegó de frente a la Planta Ford de Hermosillo.

Óscar Ortiz Arvayo, líder del cetemio en la capital sonorense, informó que el bloqueo que mantenían 50 trabajadores de Martinrea en protesta por el despido injustificado y la intromisión de la empresa en su libertad sindical, fue levantado al mediodía del pasado sábado.

El molesto imprevisto obligó a Ford Hermosillo cerrar sus operaciones por tres días. Cada día que deja de trabajar la planta, se pierden cientos de millones de pesos en ingresos potenciales. Martinrea provee motores y trenes motrices a la automotriz estadounidense.

Para algunos la travesura de la CTM es sólo “una pequeña rabieta”, pero para otros (sobre todo para los del sector empresarial), ha sido una gran afrenta que ha puesto en alerta a las inversiones que se dice están en la sala de espera… a nada de aterrizar en Sonora.

Específicamente se asegura que el ruido de la inestabilidad laboral que ocasionó el bloqueo de la empresa Martinrea, ha desanimado a por lo menos tres de las 29 empresas que “ven -o veían- con buenos ojos invertir en el Estado”.

Tanto el Gobernador como el titular de la Secretaría de Economía, Armando Villa Orduño, anunciaban hace días que 29 empresas “hacen cola” para invertir en Sonora.

Pues bien, ahora parece que se han hecho a un lado tres: Dos del sector automotriz y una del ramo electrónico.

En caso que “la decepción” sea real, las proyecciones sobre las 11 mil nuevas plazas laborales se vendrán abajo con un ajuste aproximado de -10%.

Recientemente se estimaba que en lo que resta del año y hasta marzo del 2023, habrían de generarse en Sonora esos 11 mil puestos de trabajo, pero no se contaba con que la inestabilidad laboral tomaría fuerza por obra y gracia de la CTM.

Los representantes del sector productivo en el Estado están preocupados por la bravura sindicalista que ataca “sin ton ni son” a los que generan empleo y riqueza en Sonora; ellos quieren reunirse cuanto antes con el mandatario estatal para hacer posible que la estabilidad laboral que se pregona, sea de a de veras.

Mientras tanto, entre el sindicalismo extorsionador y la inseguridad, el Estado se atora.

Por lo mismo, Sonora no puede darse el lujo de espantar las inversiones productivas, menos ahora que el fantasma de la recesión mundial flota en el ambiente, según se pronostica en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza.

RUDEZA MUNICIPAL

Además del tema laboral y de seguridad, algunos municipios sonorenses se están sumando a la cacería de empresarios con miras a ordeñarles las arcas monetarias, bajo el pretexto que sea.

A través de los organismos operadores del agua, los alcaldes de Navojoa y Cajeme están requiriendo pagos por una alza de tarifas aún no oficializada y por un supuesto diferencial con retroactividad de hasta cinco años.

En la Perla del Mayo ya han sido “visitados y revisados” los negocios del ramo hotelero y “sorpresivamente” les han encontrado que han pagado menos por el servicio de agua de lo que deberían pagar. Les están cobrando tal diferencia que se apareció como por arte de magia y, para remachar, les exigen que la paguen 60 veces (queriendo hacer efectiva una retroactividad de hasta cinco años).

Las empresas afectadas se están defendiendo legalmente por tal arbitrariedad.

En Ciudad Obregón están emulando a los de Navojoa. Un ejemplo lo da Grupo Yoreme de Juan Antonio Hernández, que de buenas a primeras el organismo de agua le requirió un pago de 32 millones de pesos porque supuestamente hace trampa en los pagos. Tradicionalmente Yoreme le ha cubierto al Municipio que encabeza Javier Lamarque, por el servicio de drenar (vía tubería) las aguas residuales y todo iba bien hasta que “un asesor externo de Baja California” le habría sugerido a los alcaldes de Morena exprimir al empresariado por lo que sea.

Los ayuntamientos liderados por el partido del presidente López Obrador quieren sacar dinero hasta debajo de las piedras y una primera opción es “ponerle más dientes” a los organismos de agua. Con dichas iniciativas, más que promover la reactivación económica, la están desanimando con una espantosa celeridad.

Javier Villegas Orpinela tiene maestría por el Itesm, economista UANL y diplomado en Northwestern University. Director de la revista Correo y profesor de Economía en la Unison.

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