AMLO “gana perdiendo”

Al rechazarse la contrarreforma eléctrica, el presidente López Obrador “gana perdiendo” porque acumula puntos electoreros entre los que se envuelven en la bandera de la soberanía y a la vez desactiva demandas por unos 85 mil millones de dólares.

De acuerdo con la Cámara de Profesionales de la Energía Fotovoltaica (CPEF), la aprobación habría generado requerimientos al Gobierno federal difíciles de cubrir en el corto y mediano plazo.

De haber salido ilesa la iniciativa lopezobradorista, se habrían provocado cargos excesivos e innecesarios para el gasto público, en momentos cuando la economía nacional da tumbos y los ingresos tributarios retroceden.

Con el sonado rechazo el mandatario mexicano reacciona de inmediato y culpa a los 273 diputados de oposición, calificándolos de traidores a la Patria.

Sin embargo, con la desaprobación López Obrador queda bien con Estados Unidos, específicamente con John Kerry, enviado especial de Estados Unidos en materia del clima, y también con Ken Salazar, embajador de EU en México.

Así las empresas estadounidenses con inversiones en el sector eléctrico mexicano, quitaron el dedo del gatillo, luego del maratónico debate de este domingo en la Cámara de Diputados que desembocó en una votación adversa a los deseos presidenciales.

Con el rechazo de este domingo 17 de abril, el mandatario suma dos descalabros en un lapso de una semana al considerarse que en la consulta de revocación de mandato (del 10 de abril) votó menos del 20%, cuando oficialmente se esperaba una participación del 40%. El desairado ejercicio fue un primer llamado de atención.

Y en los últimos 10 meses el Presidente reporta otro par de tropiezos electoreros, al considerarse el raquítico resultado del juicio a ex presidentes y la pérdida de la mayoría calificada en la llamada Cámara Baja en la elección de medio término del 6 de junio. Debido a este último resultado, la reforma eléctrica no pudo aprobarse antier.

MÁS JUGADAS

El Presidente es inquieto por naturaleza y un marcador en contra lo hace doblemente inquieto.

Esto significa que el tabasqueño continuará en su dinámica de sorprender a propios y extraños. Las probabilidades indican que “ya le toca ganar una” y por lo mismo las premuras por sacar adelante la Ley Minera.

Y justamente ayer en una jugada rápida, sus incondicionales de Morena, PT y PVEM, dieron el visto bueno a la dicha reforma que busca regular la forma en que el Estado mexicano explote el litio.

Los diputados de la alianza opositora dejaron la sesión por lo que no votaron.

La iniciativa se discutió sin haber pasado por comisiones ordinarias y tal cual había sido enviada por el Ejecutivo.

El litio es un mineral importante por la demanda que existe para la fabricación de baterías, aparatos eléctricos y dispositivos como teléfonos y computadoras.

La propuesta de reforma al artículo 5 de la ley, plantea la creación de un organismo público que administre y controle las cadenas de valor económico del litio.

En los transitorios se indica que 90 días después de entrada en vigor la reforma, se deberá crear ese nuevo organismo.

Este triunfo alterno generará una “cascada” de amparos y demandas en paneles internacionales, ya que los transitorios de la reforma no contemplan un punto que pueda dar certidumbre a las inversiones existentes.

Cuando el Gobierno mexicano no cumpla con lo establecido en tratados internacionales y cambie las condiciones de inversión, tendrá que pagar garantías e indemnizaciones a las empresas, nacionales y extranjeras, que así lo soliciten. Con la eléctrica se tapó un hoyo financiero, pero con la minera se abrió otro, aunque menos aparatoso.

EL ESPECTÁCULO

Como en otros casos, para el Presidente lo más importante no son los hechos sino cómo se cuenten; a él le interesa más que nada la narrativa.

A la fecha, el artículo 27 constitucional le da al Estado mexicano la propiedad de los recursos del subsuelo. Una empresa minera sólo puede operar en caso de recibir una concesión. Si la decisión del Gobierno federal es no otorgar más concesiones de litio a empresas privadas, basta con negarlas. No es necesario reformar ninguna ley.

Pero López Obrador necesita generar la apariencia de que ganó con el cambio a la Ley Minera. Es de reconocerse que el mandatario es un auténtico mago en generar percepciones a su favor, independientemente de cuál sea la realidad. El espectáculo político continúa; los resultados siguen posponiéndose.

Javier Villegas Orpinela tiene maestría por el Itesm, economista UANL y diplomado en Northwestern University. Director de la revista Correo y profesor de Economía en la Unison.

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