Cofece multa a cinco distribuidoras de medicamentos por prácticas monopólicas
Cinco distribuidoras de medicamentos fueron multadas por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) por incurrir en prácticas monopólicas. Las […]
Cinco distribuidoras de medicamentos fueron multadas por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) por incurrir en prácticas monopólicas.
Las empresas Marzam, Casa Saba, Fármacos Nacionales (Fanasa), Nadro y Almacén de Drogas así como 21 personas físicas que fungieron como representación de estas fueron multadas por el organismo por la suma total de 903.4 millones de pesos.
A la pena económica, se le sumó la inhabilitación de 10 directivos de dichas empresas para ejercer cargos como consejeros, administradores, directores, gerentes, directivos, ejecutivos, agentes, representantes o apoderados de dichas empresas, hasta por 4 años.
Según detalló la Cofece, las cinco estuvieron coludidas en distintos periodos hasta entre el 2006 hasta el año 2016. Solamente entre el 2011 y 2013, las empresas incrementaron hasta 3.66% los precios de los medicamentos de forma injustificada y coordinada, con el objetivo de aumentar sus márgenes de ganancia sin perder participación en el mercado.
Todas las conductas ilícitas fueron realizadas bajo la complicidad de la Asociación de Distribuidores de Productos Farmacéuticos de la República Mexicana (Diprofar) y una persona física, quienes también fueron multadas.
Además de los incrementos, las empresas restringieron la distribución a las farmacias y crearon desabastos artificiales que perjudicaron el acceso y compra de medicamentos de los consumidores así como manejaron estrategias de descuentos limitados, en los que evitaron la competencia al topar los precios de oferta.
De las cinco empresas, cuatro siguen existiendo pues Casa Saba cesó operaciones en el año de 2016, luego de que la que fuera una de las mayores distribuidoras de medicamentos del país con una participación de hasta el 35% en sus mejores años declarara su sorpresiva quiebra ante un insostenible endeudamiento en los años previos.
Por ello, en el caso específico de la multa a Casa Saba existe poca claridad sobre el destino de la sanción, pues los activos de la empresa fueron vendidos en distintos años a varias firmas, entre la que destaca Nadro quién adoptó gran parte del legado de la empresa desaparecida.
Luego de la quiebra de Casa Saba, en mercado se reconcentró en algunas de las demás empresas sancionadas.Solamente entre Nadro y Marzam controlan el 52%, (32% la primera y 17% la segunda) del mercado de medicamentos a nivel nacional, por lo cual las prácticas monopólicas de estas empresas tuvieron implicaciones de alto impacto en el sector.
No es la primera vez que estas dos empresas están en la mira de la Cofece. En 2017, Marzam, antes propiedad de la farmacéutica Genomma Lab, fue investigada cuando su antigua propietaria decidió venderla al fondo holandés Moench Coöperatif en lo que se sospechó era un esquema de concentración del mercado, pues el capital con que el fondo adquirió la empresa se sospechaba pertenecia a la competencia, Nadro.
Sin embargo, en 2018, los actores involucrados se acogieron a un mecanismo de dispensa para evitar que continuaran las investigaciones. Si bien la Cofece dió por cerrado el caso -sin descartar la ilegalidad de la adquisición- nuevas multas fueron impuestas a los participantes luego del incumplimiento de los acuerdos adquiridos en la dispensa.
Abuso a los más pobres
El daño estimado a los bolsillos de las familias mexicanas por las acciones de este grupo de empresas asciende a los 2,359 millones de pesos.
La comisión destaca que el impacto recayó principalmente en los hogares de menores ingresos, que gastan aproximadamente 24 mil millones de pesos en la compra de medicamentos recetados, medicamentos sin receta y material de curación.
Según los datos del Banco Mundial, en México de cada 100 gastados en atención a la salud 43.1 pesos salen del bolsillo de las familias, muy por encima del promedio de 18.2 en América Latina y el Caribe, por lo cual el abuso de las empresas hacía los consumidores fue mayúsculo.
Si bien el total de las multas a pagar son cuatro veces menor al daño estimado al mercado, son las máximas que se pueden imponer en función de la capacidad económica y las leyes de competencia vigentes en el momento de las conductas, explicó la Cofece.
Además, es la primera vez que la comisión impone una sanción de este tipo, que fue incorporada a la Ley Federal de Competencia Económica en 2014. La decisión histórica fue aprobada por el Pleno del organismo debido a la gravedad del caso.