Crece precariedad laboral en sector manufacturas

Más horas trabajadas y menores salarios indican una creciente precariedad laboral en el sector de las manufacturas en México.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló la actualización a junio del 2021 de su Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM). Este instrumento permite recolectar información del personal ocupado en empresas de procesamiento y transformación de materias primas sobre su estado de empleo, remuneración y las horas trabajadas durante el mes.

Con respecto a mayo pasado, tanto el personal ocupado total como las horas trabajadas en el sector manufacturas presentaron variaciones positivas, de 0.4% y 0.6% respectivamente. Sin embargo, las remuneraciones medias reales cayeron en un 0.6% intermensual.

De los componentes de éste último factor, la caída más significativa entre mayo y junio se dio en sueldos pagados a obreros, de -0.8% intermensual; aunque también se vio un ligero ajuste a la baje en el segmento de prestaciones sociales, de -0.5%. Solo los salarios a empleados tuvieron un modesto avance con respecto al quinto mes del 2021, con una mejora del 0.3%.

Precarización, una tendencia en manufacturas

En la comparación anual, todos los componentes que mide la EMIM han mostrado mejoras. Sin embargo, esto se debe a que en junio de 2020 apenas se estaban viendo los primeros indicios de recuperación del sector manufacturas, que justamente tocó su punto más bajo de actividad entre abril y mayo.

Sin embargo, la gran diferencia en la recuperación anual de los tres indicadores también es una señal de la precarización de los puestos de trabajo en la industria. La cantidad de horas trabajadas ha crecido más del 12% desde junio del 2020. Pero en ese mismo periodo, las remuneraciones medias reales solo se han recuperado 1.4%. El componente de prestaciones sociales incluso muestra una baja de -0.4% anual.

Incluso en la comparación con el entorno pre-pandemia, a finales de 2019, se puede observar que sí hay un desequilibrio entre la recuperación de las plazas ocupadas, las horas trabajadas y las remuneraciones a los trabajadores.

En las series desestacionalizadas de Inegi, se puede observar cómo el nivel de personal ocupado en el sector manufacturas se recuperó a niveles de diciembre del 2019 desde abril pasado. Y desde finales del primer trimestre del 2021, las horas trabajadas también están rozando las cifras que presentaban previo a que se desatara la pandemia.

Las remuneraciones, aunque lograron recuperarse al nivel de diciembre del 2019 solo un año después, e incluso llegaron a un nuevo máximo en marzo, no han dejado de caer desde el final del trimestre pasado. Junio de hecho cerró con un nivel solo un poco por encima del registrado en marzo del 2020, cuando empezaron a notarse los efectos de la pandemia en la industria.

Analistas confirman que estas cifras representan una precarización laboral. En entrevista, Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del centro de investigación Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) , puntualizó que “tanto horas trabajadas como personal ocupado en las manufacturas incrementaron respecto a mayo. Las horas trabajadas incrementaron en mayor medida, y además muestran un incremento anual mayor respecto a junio 2020”.

En este sentido, afirma que “mientras el personal ocupado en manufacturas continúa recuperándose, las remuneraciones no han crecido al mismo ritmo y los empleos en manufactura representan menores ingresos para los trabajadores que lo observado antes de la crisis”. Así pues, corrobora que “un menor nivel de ingresos para el mismo empleo que los trabajadores desempeñaban antes de la pandemia representa un componente de precarización y un pendiente para la recuperación en el país”.

Una tendencia nacional

La industria de las manufacturas tenía un rumbo muy distinto previo a la crisis sanitaria. En febrero del 2020, previo a la crisis de COVID-19, se habían ligado seis meses de caídas en las plazas ocupadas dentro de  las compañías del sector. Sin embargo, los empleos que persistían mostraban una mejoría en las remuneraciones, tanto salarios como prestaciones sociales.

Sí vale la pena destacar que no todos los segmentos del sector manufacturas han contribuido a esta precarización. En la industria de derivados del petróleo y del carbón han caído las remuneraciones en 6.2% anual, aunque también presenta ajustes (no-proporcionales) a la baja en personal ocupado y horas trabajadas.

Dentro del segmento de curtido y acabado de cuero y piel, aunque las remuneraciones han crecido a 10.8% anual, las horas trabajadas crecieron 42.3% desde junio del 2020. En las industrias de la madera, papel, alimentos, química, plásticos, fabricación de equipos electrónicos y generación eléctrica, las jornadas son más grandes que hace un año, mientras que los salarios son más modestos.

También vale la pena anotar que se trata de una tendencia generalizada en prácticamente toda la economía mexicana. La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH) mostró que, entre 2018 y 2020, el ingreso promedio de las viviendas del país cayó de 53,418 a 50,309 pesos trimestrales,  una baja del 5.8% en solo dos años.

Asimismo, se ha notado un incremento importante en las tasas de subocupación y ocupación en condiciones críticas a lo largo de todo el país, especialmente en el Valle de México, aunque esté retrocediendo la informalidad y el desempleo. Los dos primeros indicadores muestran otras formas de precariedad laboral, específicamente el no poder trabajar todas las horas que se tienen disponibles en el día o trabajar muchas más que el resto de la población sin un salario equivalente.