Cuáles son los factores de riesgo de una pubertad temprana
Cuando Marcia Herman-Gidden era directora de abuso infantil en el Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham a […]
Cuando Marcia Herman-Gidden era directora de abuso infantil en el Centro Médico de la Universidad de Duke en Durham a finales de la década de los ochenta, se dio cuenta de que algo sucedía con las niñas, pues varias de ellas comenzaron a desarrollar senos entre los 6 y 7 años de edad.
La profesora se llegó a cuestionar en aquel tiempo si estas menores que se desarrollaban de manera precoz tenían mayor posibilidad de ser víctimas de abuso sexual, pero no había datos que haya encontrado sobre el seguimiento a esta «pubertad temprana» en las niñas estadounidenses, por lo que ella tomó la iniciativa para desarrollar esta investigación.
Resultados de su investigación
Fue diez años más tarde que la especialista hizo público un estudio realizado a más de 17 mil niñas, quienes fueron sometidas a exámenes físicos en consultorios de pediatría.
Dentro de los resultados, se especificaba que, en algunos casos, niñas blancas comenzaron a desarrollar senos alrededor de su primera década de vida, mientras que algunas niñas negras comenzaron su desarrollo de senos en un promedio de nueve años de edad.
Posteriormente, décadas después de la primera investigación, se dieron a conocer más donde se confirmaba que la pubertad en las niñas se fue disminuyendo desde los años 70 en tres meses por década aproximadamente, cosa que resulta también similar, pero menos extremo, en algunos varones.
¿Qué riesgos puede representar una pubertad temprana?
Según el New York Times, la pubertad temprana puede significar un factor de daños en las niñas que sufren este desorden. Algunos medios indican que, en comparación con quienes alcanzan su pubertad siendo más grandes, las menores presentan mayor riesgo de Ansiedad, Depresión, Abuso de sustancias, riesgo de desarrollar cáncer de mama o de útero en la adultez (por tener el periodo «antes de tiempo»), así como otros problemas psicológicos.
No se sabe con exactitud hasta este momento los factores que pueden llegar a contribuir en el desarrollo de la pubertad temprana en las niñas. Se ha señalado que hay mayor posibilidad de padecer esta precocidad si las niñas son hijas de mujeres con antecedentes de trastornos del estado de ánimo, así como se ha relacionado con factores del estilo de vida y falta de actividad física. Sin embargo, es necesario contar con más evidencia médica para asegurar que estos factores influyen y para poder entender mejor la situación.
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