Hace 64 años un perro voló al espacio, se llamaba Laika y murió para probar que un ser vivo podía salir de la Tierra
El 3 de noviembre de 1957, Laika se convirtió en el primer animal en orbitar la Tierra, reclutada como parte […]
El 3 de noviembre de 1957, Laika se convirtió en el primer animal en orbitar la Tierra, reclutada como parte del programa espacial soviético. Laika, una mezcla de husky y -spitz, fue recogida de la calle cuando tenía aproximadamente tres años por su pequeño tamaño y temperamento tranquilo, que la hacían una candidata óptima para el vuelo.
Aunque la misión fue anunciada por la Unión Soviética como un viaje de ida y vuelta, desafortunadamente el plan nunca fue recuperarla, pues la nave donde iba no estaba diseñada para regresarla de forma segura a la Tierra. Su cápsula solamente contaba con oxígeno para siete días y un poco de comida que se liberaba de forma automática dos veces al día.
Después del lanzamiento, el gobierno soviético se dedicó a informar sobre la salud de la perrita, señalando que se encontraba viva y daba incluso pie a considerar Laika podía regresar a la Tierra, sin embargo días después la agencia de noticias soviética señaló que fue sacrificada en órbita «por motivos de humanidad«.
Así fue el vuelo de Laika al espacio
Laika se encontraba encerrada en una cápsula del tamaño de una lavadora, un lugar donde estuvo durante los días previos al lanzamiento para irse acostumbrando, junto a un dispositivo de regeneración de aire y un alimentador automático que abría dos veces al día para darle de comer una mezcla de nutrientes.
Además se le implantaron diversos sensores en las costillas para medir su respiración y su pulso con otro instrumento ubicado en su arteria carótida. En su habitáculo también había una serie de instrumentos para revisar la temperatura, presión e incluso realizar cardiogramas.
Tras despegar desde el cosmódromo de Baikonur en Kasajstán desde un cohete Sputnik, los sensores implantados en Laika mostraron que las pulsaciones de la perrita aumentó mucho, subiendo hasta tres veces por encima de su ritmo en estado de reposo, que tardó más de tres horas en volver a su nivel de prelanzamiento, un indicador del alto grado de estrés sufrido en su trayecto.
Después del inicio de la misión, los sensores de la nave mostraron que la humedad y la temperatura donde se encontraba Laika subieron hasta pasar los 40 grados centígrados.
Seis horas después del despegue, los instrumentos de abordo registraron un paro cardiaco, mostrando que Laika había muerto como consecuencia del supercalentamiento de la cabina y del estrés sufrido en el viaje.
Casi 50 años después se dio a conocer la información real sobre la muerte de Laika
Durante más de 40 años, se había manejado que Laika había sido sacrificada, sin embargo las primeras evidencias de la muerte real de la perrita fueron presentadas en el año 2002 por Dimitri Malashenkov, integrante del Instituto de Problemas Biológicos de Moscú durante el World Space Congress, en Houston, Texas.
La nave que llevaba el cuerpo sin vida de Laika dio 2,370 vueltas al planeta antes de desintegrarse en la atmósfera el 14 de abril de 1958 al regresar a la Tierra.
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La noticia
Hace 64 años un perro voló al espacio, se llamaba Laika y murió para probar que un ser vivo podía salir de la Tierra
fue publicada originalmente en
Xataka México
por
Gonzalo Hernández
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