Ingresos por remesas crecieron 28.54% anual en julio
Aunque las tasas de desempleo en Estados Unidos siguen altas, el crecimiento de las remesas hacia México continúa en marcha. […]
Aunque las tasas de desempleo en Estados Unidos siguen altas, el crecimiento de las remesas hacia México continúa en marcha.
De acuerdo con el nuevo reporte de remesas de Banco de México (Banxico), durante julio pasado se registraron ingresos por 4,540 millones de dólares (MD) por concepto de remesas. La cifra representa un incremento del 28.6% con respecto a julio del 2020, un aumento de 2.25% frente al volumen observado en el sexto mes del presente año y el monto histórico más alto registrado.
Los resultados mantienen una tendencia de crecimiento notable en el volumen de remesas que ingresan a México. También en datos de Banxico, en los primeros siete meses del 2021, ya se han ingresado más de 28,178 MD al país desde el extranjero, 23.5% más de lo registrado en ese mismo periodo del 2020.
No se trata de una tendencia nueva. Entre los primeros siete meses de 2018 y de 2019, el monto total de las remesas que entraron a México creció en poco más de 8%. Y entre ese periodo del 2019 y de 2020, estos ingresos se expandieron en 10%. Esto sugiere que el envío de remesas al país está acelerándose significativamente.
El fenómeno salta a relucir por el comportamiento del empleo en los Estados Unidos. La Unión Americana es, de acuerdo con el mismo Banxico, el origen de casi el 95% de las remesas que llegaron a México durante el segundo trimestre del año.
Pero mientras el número de remesas a México (que, en el caso del dinero enviado desde Estados Unidos, está fuertemente ligado a la actividad de ciudadanos que trabajan en el extranjero y envían recursos a sus familias) ha crecido rápidamente, a tasa de desempleo ha tenido altibajos significativos en los últimos dos años.
En datos del Buró de Estadísticas Laborales (BLS) estadounidense, la tasa de desempleo nacional entre trabajadores civiles se colocó en 5.4%, una mejora sustancial con respecto al 6.3% registrado en enero pasado y apenas una fracción del 10.2% visto en julio del 2020, durante el punto más crítico de la pandemia de COVID-19 en la estabilidad económica de la Unión Americana.
Sin embargo, esa tasa de desempleo de 5.4% está todavía por arriba del 3.6% que se registró a escala nacional en julio del 2019, previo a la crisis sanitaria. Un fenómeno similar se puede percibir en la tasa de desempleo específica para la población hispana y latina. En julio del 2021, se colocó en 6.6% a escala nacional, por debajo del 12.7% de julio del 2020 pero aún por encima del 4.4% que se tiene registrado para julio del 2019.
Problemas en el monto de las remesas
El incremento sustancial en el monto de dólares que provienen del extranjero ha sido presentado por el Gobierno de México como un triunfo en su política de apoyo a la base de la población. El mismo presidente afirmó que, para finales del 2021, se estima que los ingresos por remesas acumulen 48,000 MD, con lo que se constituirían como “la principal fuente de ingresos que tiene el país” y beneficiando directamente a 10 millones de familias.
También agentes externos han reconocido el impacto de las remesas en el crecimiento económico de México en el corto plazo. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) revisó su estimación para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país a 6.2% para finales del 2021, arriba del 5.8% que calculó en julio. Este salto en la revisión está impulsado, en parte, por la recepción de remesas desde Estados Unidos.
Pero también se dibujan preocupaciones en torno al comportamiento de las remesas. En las estadísticas de Banxico, el aumento en el monto de éstas fue relativamente modesto en julio con respecto a junio. Esta evolución rompe con la tendencia que se había observado el resto de 2021: caídas moderadas o mínimas en los ingresos por remesas seguidas de incrementos sustanciales un mes después. Esto podría sugerir que las remesas están por estabilizarse en volumen total.
Otros analistas aseguran que la fuerte entrada de remesas podría acentuar la desigualdad en el país. Esto, según Marcos Valdivia López, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), porque es en pocas entidades donde estos ingresos consiguieron un efecto de amortiguamiento.
A eso se debe sumar que otros expertos, como Óscar Vera, doctor en Economía con especialidad en Finanzas Públicas de la Universidad de York, advierten que “una parte importante de dicho incremento de operaciones [en remesas] se puede deber al envío de dinero ilegal en forma fraccionada con el fin de evitar su detección”. Y específicamente, se sugiere que los cárteles del narcotráfico podrían estar detrás de este lavado de dinero.