Laboran con normalidad comerciantes del “Popular-Solidaridad” pese a campaña de desprestigio.

OMAR VÁZQUEZ VALENCIA
Minatitlán, Ver. Una remodelación y no destrucción, aceptarían comerciantes en el mercado “Solidaridad-Popular”, argumentó Ramiro Zúñiga López, secretario de la Plazoleta Campesina, en la colonia Playón Sur.

Dado a la controversia que se ha dado, incluso, entre los mismos vendedores, reconoció que se ha experimentado temor por un desalojo, pues en más de una ocasión han sufrido la intimidación de elementos policíacos.

“La gente lo que dice es que no somos delincuentes ni agresivos para querer pelear, los que se fueron así lo decidieron, pero el resto seguimos en nuestro lugar, son gente de trabajo y gente noble”.

Ramiro Zúñiga, aseveró que la Plazoleta Campesina, desconoce tajantemente a Mardonio y Cristóbal, personas que por más de 20 años se consideraron líderes de la zona y los que en un principio respaldaban la negativa de los agremiados en el sentido de no permitir que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) desmantelara el lugar en busca del proyecto del nuevo mercado.

Para locatarios y campesinos la sorpresa fue cuando los personajes en mención les dieron la espalda y manifiestan el apoyo radical a autoridades.

“Hubo traición, tenemos los audios y vídeos a dónde ellos (Mardonio y Cristóbal) ya se unieron al ayuntamiento y nosotros los desconocemos como líderes”.

El secretario de la Plazoleta Campesina, denunció que, a lo largo de dos décadas, las citadas personas hacían un cobro superior de tres mil pesos semanal bajo la “cooperación” de los vendedores, dinero que en teoría se destinaba a pagos administrativos.

Así mismo negó que el actual dirigente del grupo de locatarios del mercado “Popular-Solidaridad”, Iván Hernández, solicite dinero o “cuota” a los agremiados, calificando dichas acusaciones como una campaña en contra del movimiento social.

Recalcó que la postura de los más de 180 integrantes de la Plazoleta, junto a locatarios del “Popular” es rechazar la destrucción del mercado al no garantizarse el respeto a los espacios y lugares que por años han trabajado.