El huracán que arrastró mucha ¡(…)!
Hoy todos dicen ser “luchadores sociales”. ¿Qué entenderán por luchador social?

Por: Lic. Psic. Yara Villalpando
Éramos pocos en realidad muy pocos. Nos llamaban locos y soñadores.
En 2007 cuando estaba con todo el poder el PRI, unos pocos soñábamos con un país justo y diferente, soñábamos con hogares y familias felices porque es un derecho social.
Nadie quería ser candidato de izquierda. Se avergonzaban. Pocos dimos en esos duros momentos un paso al frente, y asumimos con todo el corazón la enorme responsabilidad de empezar el movimiento de transformación.
Se burlaban, denostaban y se reían de los que andábamos en ese movimiento incipiente, para muchos, era un suicidio.
Los amigos, conocidos, desconocidos y familiares se avergonzaban y eran contados los que nos permitían pegar una lona, y los consejos continuos eran: “No pierdas tu tiempo, no gastes tu dinero”.
En el 2007, cuando fui candidata sin ningún apoyo económico y luchando contra todo, sin redes sociales, fui objeto de agresiones físicas, verbales y psicológicas, más nunca claudiqué, porque dentro de mí sabía que yo no estaba mal, que habían personas que necesitaban ayuda. En lo personal, perdí mi trabajo fui vejada, laboralmente por expresar mis ideas humanistas y de bienestar social. Eso fue muy injusto, y hoy veo a muchos de esos cargar con vehemencia una bandera guinda. (Descaro)
Las burlas fueron una constante, salía con mis lonas, trípticos y periódicos de Regeneración casa por casa, en las calles.
Los periódicos yo los traía del Distrito Federal.
En los mítines de López Obrador, éramos pocos algunos que se acercaban. Iban con gafas y gorras, y otros desde las esquinas, se paraban a escuchar de lejos. No querían perder sus privilegios, pues todos sabían del riesgo que corrían. Por eso no tenían el mínimo interés de arriesgarse y perder sus puestos, su comodidad.
Los soñadores, -como éramos llamados-, pensábamos en el bien común, por aquel tiempo conocí en ese andar a tantas personas vestidos de rojo, azul y verde, que hoy las vuelvo a ver pero ahora vestidos de GUINDA, sentados en primera fila. ¿Habrá conciencia? ¿Valores?
Hoy todos se pelean y disputan una foto con alguien de renombre, para presumir después en sus redes sociales. Con eso se abanderan.
Hoy todos dicen ser “luchadores sociales”. ¿Qué entenderán por luchador social?
¡Un diccionario les vendría bien! ¿Cuál fue su trabajo social en realidad?
¿Cuál fue su aportación a la sociedad antes de haber ocupado un cargo público?
Hoy presumen logros que son un deber, por ser gestados con dinero del pueblo (impuestos).
¿Cuántos gastaron de sus recursos propios para ayudar en verdad?
Hoy por azares del destino no todos recibieron la linda frase “amor con amor se paga”, porque tristemente los que decían públicamente sentir asco por López Obrador, sentirse avergonzados y hasta expresaban descalificativos ofensivos, se les dio amor y en cantidad.
Los verdaderos izquierdistas, sabemos que nos recuerdan personas honorables, personas que aún coordinan bien y no tienen problemas de pérdida de memoria.
Para muchos expresar la verdad suele tomarse como una reacción de molestia, de enojo o de resentimiento.
En lo personal, considero que la historia es la base del presente, no hay un hoy sin un ayer, no hay presente sin un pasado, aunque a veces por comodidad o conveniencia sea mejor olvidar. La historia siempre se cuenta a preferencia o gusto.
NO debe ser así, no se puede borrar el pasado,
La historia debe contarse bien, aunque nos duela (pronto).
Aunque mi historia comenzó en el 2004, tomo el 2007 como una pequeña anécdota de las mil historias que pronto contaré.
Solo puedo decir que el 70 % por ciento que hoy están y fueron tomados en cuenta por razones diversas y están ahí, no tienen trabajo ni trayectoria social. Jamás recuerdo haberlos visto antes del 2015, solo y únicamente viven bajo la sombra del Lic. López Obrador.
Hoy muchos que fueron invitados no tienen ni trayectoria ni trabajo social, aparecieron de pronto, de la nada.
Hoy con presupuesto del gobierno ya son conocidos.
Están parados en el ladrillo de López Obrador. Por eso en cada momento, mitin o lugar lo nombran, porque López Obrador si tiene trabajo y trayectoria y de su trabajo otros simplemente… ¡Se cuelgan!.
Ojalá y quienes estén se desprendan de tanto egoísmo, avaricia y absurda vanidad y tomen el cetro con responsabilidad y honradez. Lo veo difícil.
Ojalá y hagan un buen trabajo y vean por esa pobre ciudad decadente Minatitlán, donde nací, crecí y me entristece ver.
Con un alto presupuesto para aplicarlo y embellecer esta ciudad, brindar tanto bienestar a las familias. Hay tanto por hacer; pero muchos solo buscan ser candidatos, solo para llenarse los bolsillos y escapar como bandidos.
Saben que no se requiere nada, absolutamente nada y lo han visto como un camino fácil muy fácil para intereses personales. ¡Que indigno!
En lo personal siempre he caminado bajo mis ideales, guiada por mis sentimientos de ayuda, humanismo, empatía y solidaridad, enseñados por mis padres.
El lema que desde niña escribí: “Que el amor te guíe, la verdad te ilumine y la justicia te acompañe”, continuará hasta el fin de mis días.