Phoenix vive intensa jornada con juegos de Suns y Diamondbacks, uno tras otro
Phoenix, Arizona.- Es poco probable que un partido siete de playoffs en la NBA se junte, con sólo minutos de […]

Phoenix, Arizona.- Es poco probable que un partido siete de playoffs en la NBA se junte, con sólo minutos de diferencia con una rivalidad en el beisbol, sin embargo, este domingo en Phoenix dos de las ligas más importantes de la Estados Unidos tuvieron encuentros con sólo instantes de diferencia y a unos cuantos metros de distancia.
Phoenix cuenta con equipos profesionales de prácticamente todas las ligas más importantes, los Coyotes (NHL), Cardenales (NFL), Mercury (WNBA), Diamondbacks (MLB) y Suns (NBA), sin embargo es poco factible que se empalmen el mismo día, con sólo minutos de diferencia y a menos de dos cuadras.
Aún así, este domingo el Cooper Square de Phoenix se convirtió en el epicentro del deporte en el sur de Arizona.
A las 13:00 horas, los Diamondbacks de Arizona enfrentaron a los Cachorros de Chicago, en partido que perdieron 3-2, donde el lanzador mexicano Humberto Castellanos de fue sin decisión.
Menos de una hora después y a una cuadra de distancia los Suns recibieron el séptimo partido de las semifinales de la Conferencia del Oeste, en un partido a matar o morir, en sus aspiraciones por defender el título de su zona que obtuvieron el año anterior y donde ya los esperaba Warriors de Golden State.
Con un calor abrazador en el primer cuadro de la capital, cuya sensación térmica era de 45 grados, personas de toda la ciudad se dieron cita desde temprano en las inmediaciones de ambos escenarios, mientras el Chase Field recibía a fanáticos de D’Backs y Cubs, al Oeste de ese estadio, la marea naranja-morado se daba cita para ser testigos del juego siete, el sueño dorado de los fanáticos al deporte ráfaga en el que recibieron a quien es considerado uno de los mejores jugadores de la liga, Luka Doncic y sus Mavericks de Dallas.
Al final, el desánimo se impuso en la capital de Arizona tras la derrota de ambos equipos, pero sobre todo la eliminación de los Suns frente a los Mavericks, tras terminar con el mejor récord de toda la NBA durante la temporada regular.