Platillos voladores para explorar la Luna: así es el concepto para crear un rover que levite, en vez de rodar
Los ingenieros del MIT están probando un nuevo concepto de rover «flotante» capaz de levitar aprovechando las cargas magnéticas de […]
Los ingenieros del MIT están probando un nuevo concepto de rover «flotante» capaz de levitar aprovechando las cargas magnéticas de la Luna, usando un principio similar al de dos imanes del mismo polo que se repelen entre ellos.
Para esto aprovechan la carga natural del satélite que se acumula a través de la exposición directa al Sol y al plasma circundante, lo que permite al polvo en su superficie levitar a más de un metro del suelo de la misma forma en que la estática permite al cabello de una persona erizarse.
Esta carga se ha buscado aprovechar en el pasado usando un planeador con alas fabricadas de Mylar, un material que naturalmente tiene la misma carga que las superficies de los cuerpos sin aire como la Luna y los asteroides, donde las cargas deberían repelerse entre sí, permitiendo elevar el vehículo. Sin embargo esto se podría hacer únicamente en pequeños asteroides, pues los cuerpos planetarios más grandes cuentan con una mayor fuerza gravitacional difícil de contrarrestar.
A pesar de este problema el equipo del MIT parece haber encontrado una forma de sortearlo, para lo que usaron un concepto parecido a un platillo flotante en forma de disco, que usa pequeños rayos de iones para cargar el vehículo y también para aumentar la carga en la superficie. Este impulso requiere muy poca potencia y podría permitir a un vehículo de dos libras (menos de un kilo) levitar en la Luna y en grandes asteroides.
Además su despliegue sería de forma similar a como funcionó la misión Hayabusa, señaló el autor principal del estudio Oliver Jia-Richards, donde la nave operó alrededor de un asteroide y desplegó un pequeño rover en su superficie, método que podría replicarse con este nuevo vehículo.
Así funcionan los motores
Para la levitación el equipo usa propulsores de iones en miniatura que cuentan con boquillas conectadas a un depósito que contienen liquido iónico en forma de sal fundida a temperatura ambiente y al aplicarle voltaje emite un estilo de rayo a través de las boquillas, lo que permite generar un empuje.
Esta tecnología ya ha sido usada en otras ocasiones, principalmente para propulsar y maniobrar físicamente pequeños satélites en el espacio, por lo que se decidió hacer un modelo por computadora del rover para probar la idea.
En una primera etapa se cargó con iones positivos solamente al rover aunque no fue suficiente para que el vehículo despegara, por lo que se decidió apuntar los propulsores al suelo y amplificar así la carga de la superficie lo que permitió la elevación. Además el equipo predijo que un rover de dos libras puede despegar usando 50 kilovoltios levantarse hasta un centímetro de la Luna.
Llevando la teoría a la práctica
Una vez realizados los primeros test en computadora, se decidió construir un vehículo prototipo de 60 gramos y del tamaño de la palma de una persona, en el que instalaron cinco propulsores, cuatro apuntando hacia abajo y uno hacia arriba.
Tras simular las condiciones de un entorno sin aire en una cámara de vacío y utilizar instrumentos para medir la fuerza de los propulsores, el equipo se dio cuenta que sus resultados coincidían con sus modelos.
Aunque por el momento solamente el vehículo podría levitar aproximadamente un centímetro, el equipo señala que es posible hacerlo a alturas mayores, pero esto requiere de más tiempo y mayores revisiones, puesto que los iones emitidos podrían comportarse diferente a más altitud.
Además de aplicarse la tecnología, los rovers podrían usar propulsores para flotar y maniobrar en territorio desconocido e irregular sin preocuparse por ruedas o piezas móviles, lo que permitiría atravesar cualquier zona sin problemas.
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La noticia
Platillos voladores para explorar la Luna: así es el concepto para crear un rover que levite, en vez de rodar
fue publicada originalmente en
Xataka México
por
Gonzalo Hernández
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