Vecinos de Cancún enfrentan a taxista por ultrajar a menor: ¿Cuándo terminará el ciclo de violencia?
¿Qué tan seguros estamos realmente en nuestras propias comunidades? ¿Hasta dónde llega la responsabilidad de proteger a los más vulnerables? Estas son preguntas que retumban tras el reciente incidente en Cancún, Quintana Roo, donde un grupo de vecinos tomó valientemente medidas contra la violencia que acechaba en su barrio. Una madre en el asiento delantero mientras su hija era ultrajada en el asiento trasero de un taxi, un acto aberrante que ha sacudido a la comunidad y ha dejado al descubierto una dolorosa realidad.
El horror de la trata de personas, un mal que aqueja a Quintana Roo de manera desproporcionada, según revelan datos alarmantes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. ¿Cómo es posible que, en un estado conocido por su belleza natural y turismo floreciente, las mujeres y niñas sean víctimas de esta atrocidad a una tasa tan alarmante? ¿Qué falla en nuestro sistema de protección y vigilancia?
El caso del taxista y la menor ultrajada es solo la punta del iceberg de una problemática más profunda y arraigada en la sociedad. La prostitución forzada, en muchos casos perpetrada por la misma familia de las víctimas, revela una red de complicidades y omisiones que claman por ser desmanteladas. ¿Hasta cuándo permitiremos que nuestras calles sean escenario de tales actos de barbarie?